TIEMPOS NUEVOS, TIEMPOS SALVAJES

Parece que todo nos lleva a pensar que los tiempos que corren, son una demostración de la desnaturalización de nuestros jóvenes, de las bandas urbanas y de la violencia y situaciones de peligro gratuitas. Bien es cierto que nuestros medios se desviven en mostrarnos y dar bombo por la tele a nuestros insignes y violentos "ni-nis".

Pero yo soy de los que opino que los ochenta fueron tiempos más duros lo mires por donde lo mires.

Ya las atracciones y divertimentos de los críos marcaban el camino. Columpios de hierro forjado y llenos de aristas, toboganes metalicos y semi-incandescentes al sol que te despellejaban al bajar , gravilla por doquier..eramos carne de brecha y mercromina. Ahora sin embargo puro pvc y goma absorbe-impactos.

Los juegos y aficiones de la muchachada ochentil no eran menos peligrosos"el churro-va!"(recomendado por 9 de cada 10 traumatólogos de la privada), "la cadeneta" (en donde al pardillo se le dejaba en el extremo exterior comprobar en sus carnes la fuerza centrífuga), y las luchas con "tirahuevos"(en donde peligraban las corneas de los contendientes). Eso si que era violencia y peligro real, hasta la fecha no conozco ningún prota de un videojuego violento que salga de la consola y te arrime dos sopapos.

La adolescencia en los 80 no era mucho más halagüeña, cualquier chaval (no necesariamente delincuente juvenil) de bigotillo en ciernes te podía quitar el reloj "Casio", la bici o las zapatillas "Jayber" basándose en el artículo 33 (que era dos años mayor que tú y más fuerte).

También era común ver a chavales ("trabucar"), los camiones en marcha de refrescos de cervezas, robando y escapando trofeo en mano, cual mona de Gibraltar con bocata de turista.

No era raro ver a algún tipo chutándose por las calles, y a un montón de yonkies hostiles que no se cortaban un pelo en venir a sacarte por las malas lo que podían.

Con estas perspectivas, ya estaba muy interiorizada en los grupos de amigos la estrategia de evasión y huida al galope a la mínima sospecha..y al que pillaban que le dieran, supervivencia pura y dura.

Así que cuando veo a unos críos dando voces en un botellón, o a un pintillas liándola en "hermano mayor"o en otro reportaje televisivo, pienso que no hay nada nuevo bajo al sol..si acaso más marketing, bombo y platillo.

Las calles de los 80 eran todo una jungla, con sus chutas en el suelo, sus cabinas de teléfonos destrozadas, sin zona azul, bicicletas municipales ni apenas cajeros..aquellos ,como bien decían "Golpes Bajos"si que eran "malos tiempos para la lírica".