.....................................................................................Beati hispani, qvibvs vivere bibere est
A mi me gusta el piririripill, de la bota empinar pararapapa.

¿Qué esconde esta enigmática sentencia? ,¿Qué sabiduría encierra?
Que lejos queda esta tonadilla en nuestro recuerdo despues de tanta burbuja inmobiliaria y moral. Recuerdo aquellas bodeguillas con suelo pegajoso y olor avinagrado adonde mi madre me enviaba con la garrafita (carafa también la llamaban) a buscar el vino para casa. Que lugar tan entrañable, lleno de parroquianos ligeramente azufrados. Aquellos si que eran unos verdaderos "connaisseurs" con narices varicosas y mirada turbia. Ahora basta que vayas a una bodega para que te salga un tio trajeado con pinta de banquero a venderte un vino o un plan de ahorro-jubilación, que lo mismo vale para una cosa que para la otra.

El vino se ha convertido en estos años de estupidez en el elixir del éxito, efímero como se vió más tarde, y en el objeto del esnobismo de muchos.
El vino, se beba en bota fresquito, en copa Burdeos, a gollete y a cara perro está cojón de bueno. Eso es algo que siempre hemos sabido desde que nos amorrabamos a la bota en las celebraciones familiares con el regocijo de nuestros mayores. "mira como se amorra el pequeñin, decian"
El bouqué, la decantación, el envejecimiento, la oxigenación y el maridaje son de nula repercusión si no se bebe este nectar en las condiciones sociales adecuadas. ¿Cual es el mejor vino? El que pertenece a otro, el convidado.
No sé si va a resultar facíl recuperar las bodeguillas de antes, desde luego la parroquia ya es irrecuperable, pero habría que intentar rescatar el concepto del vino barato y bueno. De ingestión inmediata y nada protocolaría, sin grandes ocasiones ni ceremonias. El vino catalizador de la amistad, la charla y los buenos momentos.
Para tal fin propongo localizar caldos low cost en el ALDI, LIDL, cosecheros excedentes de denominaciones de origen pretenciosas. Reivindicar el vino insospechado, de procedencia dudosa y de tapón "Don Mendil", hagamos una cata de caldos ultramarinos, de pagos inmundos y huyamos del esnobismo y la burbuja.
De la cita biblica "El vino trae la alegria al corazón del hombre" cabria anadir " y la alegria es la madre de todas las virtudes."
El cántico "a mi me gusta el pipiripipipi...", era una clara declaración de intenciones de canción ligera del cancionero del juglar congestionado.La letra es lo de menos, la cosa es cantar con los brazos en alto, y todos los vinagres haciendo la conga. El vino no es un brevaje a paladear desde la cara larga, olfateo y posterior escupitajo de la muestra..¿estamos locos o que? siempre ha de transmitir ese puntillo afable que no solo se paladea, sino que se sube a las mejillas y te envalentona.
ResponderEliminarEl mejor "maridaje" es con un buen cántico "lololololooooooo", carente de letra pero lleno de vitalidad.Mi voto por más vino accesible en bodegas a pie de calle y menos George Clooney inflando el producto y falseando con el caldo!!