Las tiras TESA de aislamiento térmico siempre fueron una cuestión de fe más que otra cosa. El comfort venía más por la sensación de haber hecho algo con el enorme gasto en calefacción que uno soportaba.
Su eficacia es más que cuestionable. ¿cuantas veces, aterido de frio, te has acercado a tu ventana armado con la famosa tira pegajosa lleno de fe en sus propiedades casi mágicas y has descubierto que, de hecho, la jodida ventana ya tenía una chufa TESA puesta?
Un inquilino anterior, creyente en su eficacia. Tu mismo, desmemoriado, cuando aún te ilusionaba el bricolage en tu nuevo hogar. Tal vez el frio afecte a la memoria, ¿quien sabe?
¿Que haces ahora con la culebrilla pegajosa que ya se te ha pegado en los pantalones de tergal? ¿quito la anterior? ¿servira acaso de algo?
El bricolage no deberia nunca pasar del taco del 6, todo lo que va más allá es inmoral. Supone en primer lugar poner a prueba las coberturas de tu seguro de hogar (si lo hubieras contratado) También supone no dar de comer a los gremios pertinentes, que para eso han estudiado una carrera, (derecho, biblioteconomia... principalmente). Y por último te supone pasar la tarde en Leroy Merlin, Coferdroza o lugares con olor a trementina respondiendo consultas impertinentes acerca de disolventes apropiados de gente que está aún más perdida que tu. No les des pie, no estimules su vicio, resignate...no tienes ni idea y no deberías de haberte puesto a ello. Cuando vuelva tu mujer, tu madre, tu vecina, tu portera, peor aún tu casero y vea el estado lamentable en el que has dejado la moqueta, prepara la billetera.
Por cierto... ¿alguien sabe de un fontanero bueno y barato?
No hay comentarios:
Publicar un comentario