
Hay un antes y un despues, despues de 1968. Muchas cosas cambiaron, la primavera de Praga, la Velvet underground, la sorbona y Paris en llamas. Fueron realistas y pidieron lo imposible. Pero en 1968 un tipo larguirucho con un chandal Gamas azul marino, que no oscuro, dió la campanada y les dió lo imposible. Entrado el verano y cuando todo el mundo daba la locura de primavera por acabada, este tio se saco de la manga una pirueta mortal y genial.
Cuando uno ve como se ejecutaban los saltos de altura antes de Fosbury, si se aguanta uno la risa, comprende uno que el mundo estaba contrahecho y que o espabilabamos o nos las iban a dar todas en el mismo carrillo. Fosbury, la clase y el arrojo, antes de él la ordinariez y la tetraplejía.
¿A quien se le ocurre saltar 2,24 cm de espaldas y caer de nuca? Pues a un heroe para una nueva generación que se arriesga, que pide lo imposible y lo consigue. Antes de él, los saltadores se avalanzaban al listón como si fueran a subirse a un tranvía en marcha, haciendo una tijereta ridicula, como si fueran a entrar a la comba o de boca cual salto del tigre sin objetivo sexual alguno. Hubieran consequido eliminar el salto como disciplina olímpica de haber continuado en su actitud patética, ¿quien les recuerda ahora? Nadie y les hacemos un favor, francamente.
Pero en el verano del 68 dos tipos saltarines, uno negro y otro blancucho se pusieron a dar brincos sea horizontal o verticalmente y dejaron al mundo boquiabierto. Demonstraron mucho antes de los chandal de tactel, que se podía volar con un chandal retro y/o unos pantaloncitos ridiculamente cortos.
Ser un "Fosbury" es el equivalente de persona lanzada, un poco alunada, un tio que está más para allá que para acá. Exacto 2, 24cm por encima del suelo. Con dos cojones.
La verdad es que el tiempo pone a cada uno en su sitio...es cierto que aquellos saltos de gitano robaperas con tijereta cara a la barra ahora son más cómicos que otra cosa. Aunque seamos justos,también requerían gran dosis de valentía porque jugarse el bigote (literalmente, porque abundaban los bigotudos entre el gremio atleta y /o pornográfico)o las partes pudientas en el intento era un riesgo claro.La clave era hacer un baremo entre el hostiazo en la parte frontal o la tetraplejia en ciernes..bueno, si...que coño, las lesiones son más invalidantes..el Fosbury era un tio con pelotas!!
ResponderEliminarOtro factor a tener en cuenta en la evolución de la técnica es la evolución a la par de las colchonetas, inexistentes en los inicios de estas destrezas.
No me imagino al bueno de Dick (no confundir con el whisky Dragados Y Construcciones)dejándose la médula sobre un montón de arena.
En otras disciplinas tenemos ejemplos que con el tiempo nos producen casi sonrojo.El tiro en el baloncesto a lo cuchara a lo Sagi Vela,-por debajo de la cintura, con un par..no me lo imagino ahora haciéndolo delante de Shaquile O´Neal o Serge Ibaka..más que gorrazos, sería colocarsela a lo voleibol para que te remate a la jeta.Hablando de voleibol (anglicismo fusilado, antes balón-volea..que ha sido con aquel saque inocente que nos enseñaban en las escuelas (de abajo a arriba )en España coexistió con uno algo más efectivo de arriba a abajo hasta la irrupción del larguirucho canarión Paco Sanchez Jover que empezó a liarla parda en las filas rivales con sus sacar hostil con salto y remate!!eso si que es evolución en pro del espectáculo y no la del pokemon Pikachu que al fin y al cabo se quedó en una rata con coloretes a lo Matutano que da calambres .
Yo también estoy de acuerdo contigo a utilizar la expresión "a lo Fosbury" en referencia a una resolución de manera sorpresiva y semi-efectiva a la par que poco ortodoxa..molaría una solución "a lo Fosbury" al problema árabe-israeli jugando un partido de futbol-vaca entre ambos líderes para derimir diferencias.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn filón para un experto deportivo. Esos deportistas originales y geniales que con la medias por los tobillos y las piernas peludas innovaron en el deporte patrio. Solozabal, Satrustegui, Lejarreta. Todos fueron borrados de la faz de la tierra con la irrupción del primer deportista resultón, Fernando Martin.
ResponderEliminar