lunes, 12 de diciembre de 2011

TRIVAGOS Y MALEANTES

Completamente de acuerdo contigo,el primer anuncio de TRIVAGO era simplemente deleznable.. si mal no recuerdo era un tío gordo en una piscina, con un flotador amarillo y bebiendo algún coctail o bebida asociada al relax, haciendo gala de su paletismo y falta de modales , jactándose de su precio a coste semi cero..mientras compartía recinto residencial que con una jamona estirada de pamela que se había dejado los cuartos en el intento.
Aunque el anuncio era transgresor, y a lo tonto todos nos quedamos con la copla...lejos de cualquier mente estaba el identificarse con semejante dominguero, posiblemente desconecedor confeso de la orografía pirenaica aragonesa y culpable en gran culpa de la entrega soterrada de dichos insignes terruños a las hordas vasconas y a robatejas del BENELUX. Ese tío era el icono de la "cota de parrilla" (o como se diga), y era un dedo acusador de tu miseria y falta de glamour que te seguiría al hacer una reserva en dicha página por los siglos de los siglos.
Pero ahí es cuando el perroflautismo reconduce la situación...Bellos spas al alcance de transgresores; un enclave idílico donde reposar los huesos trás duras jornadas de protesta y noches-quechua en territorios 15-M...¿Pero quién es el perroflauta y quién es el Alejandro Agag -Ana Aznar que va de rarit@?, ¿son amb@s, ningun@?, una duda que nos corroe...¿acaso ha habido un vuelco social y la plebe con sus barbucios y pelánganos deambula tranquilamente por esos insignes lugares dignos de la escasa oligarquía de esta nuestra España a dos velocidades?.
Al final, la escena del ascensor desface el entuerto...el perroflauta no lo es tanto, y es un tipo intelectual tipo Guti, con su melena reducido a moño de folclórica, y aunque sonríe a la pava (que resulta ser la más perroflauta de las dos -en estética y supuesto poder adquisitivo-), por dentro le debe joder haber pagado el pastucio que ha pagado .Si bien hay que decir que ambas cifras-aparecen debajo y pasan desapercibidas casi para los televidentes, más enfrascados en la tensión sexual no resuelta que del mensaje comercial propiamante dicho.La chiquita se deja querer, también sonríe y mastica chicle con tupé e indumentaria post-casual-gótica. Una cortinilla final de fundido en negro y ascensor pone un final memorable, en donde las mentes más perturbadas (por ejemplo, la mía), fantasean con tórridas escenas en el trayecto de la planta 15 que les une,a la planta calle que les separará.. a uno, a un cena de brockers y copita tranquila en tablao con actuación de Falete y a otra en un taller cultural sobre las enfermedades de transmisión sexual en una casa okupa.

1 comentario:

  1. Bueno la tensión sexual subyace mientras se muestra la diferente accesibilidad de los hoteles a traves de Trivago, y genialmente y tras pirueta dialectica cambiar los roles respectivos.

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